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En el principio creo Dios el cielo y la tierra

Ricardo Torres

Autor

Profesor de educación media, cuarenta y tres años de experiencia pastoral.
Es parte de la pastoral ecológica Diócesis de Zacatecoluca.
Colaborador de Comunidad Católica Virtual.
Contacto: [email protected]

Esta es la primera frase del libro del Génesis. El libro del Génesis no es un libro de ciencia sino de fe. Si nos dice que el mundo fue creado en siete días, no significa que efectivamente así surgió la humanidad; lo que nos quiere comunicar es que Dios es el único dueño de la creación y que el hombre no debe suplantarlo.

El objetivo de este tema es hacer conciencia a los cristianos sobre el respeto y cuidado que debemos tener hacia nuestra madre tierra.

Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivos. Por eso entre los pobres más abandonados y maltratados, esta nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto (Rm 8, 22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (Gn 2, 7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da aliento y su agua nos vivifica y restaura. Dios invita al cuidado y uso racional de la naturaleza; de esta forma el hombre participa en la obra creadora de Dios.

El relato de la creación del libro del Génesis nos dice que todo cuanto hay y existe en el mundo proviene de Dios y es bueno (Gn 1, 25). Dios nos invita a labrar y cuidar el jardín de mundo (Gn 2, 15). Dios propone al ser humano varias normas o leyes, no solo entre seres humanos, sino también con los demás seres vivos (Lev 25, 23) y (Dt 22, 4.6). La Biblia no da lugar a un antropocentrismo despiadado que se desentiende de las demás criaturas. Estamos llamados a reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio ante Dios. Los profetas denunciaron la falta de respeto a la creación de Dios (Os 4, 1-3).

En el Nuevo Testamento, la creación entera se pone en relación con Jesús (Col 1, 15-16). Jesús asume la fe bíblica en el Dios creador, por eso cuando Jesús dialoga con sus discípulos, los invita a reconocer la relación paterna que Dios tiene con todas las criaturas. Y les narraba todo eso con parábolas como: Lc 12, 6; Mt 6, 26; Mt 13, 31-32 y muchas más. Por eso las primeras comunidades cristianas después de la resurrección de Jesús, pregonaban que la salvación es también la liberación de la creación de todo aquello que la oprime y destruye (Ap 21, 1), (2 Pe 3, 13).

Concluyo preguntando: ¿Cómo estamos cuidando y preservando nuestra casa común?; ¿Qué le entregaremos a las futuras generaciones? Queda en ti querido hermano y hermana la respuesta a esta reflexión.

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